Un colchón antiescaras es un tipo de colchón muy especial que es capaz de repartir el peso del cuerpo, evitando que se generen tipos de presión muy elevados en ciertas partes del mismo, minimizando la posibilidad de que aparezcan escaras, unas heridas que pueden ser muy graves, y que se suelen presentar en personas que pasan en cama un cierto tiempo sin moverse.
Y es que, aunque si bien es cierto que estos pacientes pueden hacer ciertos cambios para combatir el problema, lo más seguro que estos cambios no lleguen a ser suficiente.
Los colchones antiescaras de aire son los más comercializados; no solo ayudan a prevenir que aparezcan estas heridas, si no que también agiliza el proceso de curación de las mismas.
Estos se inflan con un compresor de aire que es capaz de regular el flujo del gas interno. Para funcionar necesitan estar conectados a una corriente eléctrica. Para activarlo no suele hacer falta más que girar una rueda del compresor, o bien simplemente apretar un botón.
Dependiendo del peso que tengan que soportar, tendrán que ser inflados más o menos. El fabricante recomendará la presión más adecuada para cada caso, pero siempre hay que recordar que el paciente debe de estar tumbado antes de empezar a inflarlos.
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Básicos: Se suelen usar básicamente como sistema de prevención. Son un tipo de sobrecolchón que se debe de colocar encima de la cama, teniendo la sábana por encima. Tienen un compresor que, al activarse, inflan las burbujas/celdas del colchón.
Se recomienda para cuando la posibilidad sufrir de escaras es más bien bajo. No se recomienda para personas que pesen más de 90-100kg (el valor exacto aparecerá en la propia ficha técnica del producto).
La principal ventaja que tiene es que son bastante baratos. Sin embargo, precisamente por eso su compresor no será demasiado silencioso.
Gama media-alta: Por otra parte, tenemos estos modelos de colchón antiescaras de aire cuya calidad aumenta de una forma más que interesante. Tienen unas celdas de aire compuestas por 17-18 cilindros en paralelo, también funcionando con un compresor. Su principal ventaja es que podemos elegir que zonas queremos inflar y cuáles no. De esta forma, se pueden ajustar a las necesidades reales de cada paciente en cuestión.
Una de sus ventajas es que si se pinchara una celda, sustituirla por otra será muy sencillo, no habrá que estar comprando otro colchón.
Existen algunos modelos más avanzados que disponen de un botón CPR; al pulsarlo se consigue que el colchón se desinfle de inmediato. Un buen recurso por si se produce alguna urgencia (por ejemplo, si hubiera que hacerle la reanimación cardiopulmonar al paciente).
Gama superior: Colchones que han sido equipado con las máximas prestaciones posibles, pensados para aquellos pacientes que tienen un riesgo elevado de sufrir de escaras.
Entre todas las características que pueden ofrecer, destacamos la de “lateralizar al paciente”; podemos programar el funcionamiento del colchón para que adopte diferentes posturas.
No cometas el error de pensar que todos los colchones antiescaras de aire funcionan para todo tipo de paciente; habrá que considerar el peso de la persona, ya que cada uno aguantará más o menos.
Además, el colchón no tiene porqué ajustarse a las medidas de la cama, si no a las del paciente. Piensa que estos colchones son individuales, por lo que no se pueden estar intercambiando entre distintos usuarios. La mayoría tienen una medida de 90cm.
Los expertos recomiendan que el rango de presión de los colchones antiescaras de aire debe de estar comprendido entre los 1,25 cm y los 2,25 cm; de esta manera se evitará que pueda estar excesivamente hinchado, o muy poco (en ambos casos el paciente puede tener problemas de presión de gran importancia).
El tipo de compresor también es algo muy importante. Antes de comprar el modelo en cuestión, echa un vistazo a las características del compresor, así como a si tienes posibilidad de cambiarlo o no por si se estropease de cara al futuro (facilidad encontrar recambios).
Cuando hayamos sopesado todos los criterios anteriores, tan solo tendremos que echar un vistazo al factor precio.
Busca buenas ofertas, pero analiza siempre que la calidad sea alta para evitar problemas.