Cada vez son más las personas las que se deciden por todas las ventajas que ofrece una manta eléctrica. Este dispositivo cuenta con una resistencia eléctrica que puede adquirir temperatura en el momento en el que se conecta a la electricidad; siendo una buena opción para combatir con el frío del invierno, ideal hasta para las zonas más frías de cualquier parte del punto.
En el mercado podemos encontrar principalmente dos tipos de mantas eléctricas:
Mantas eléctricas para cama: Estas mantas se colocan en la capa superior de la cama pudiéndolas encontrar tanto en formato individual (para camas que son generalmente de 90cm) o bien para camas dobles.
Manta eléctrica sofá: Por otra parte, tenemos las mantas eléctricas para sofá. Son aquellas que podemos usar en un momento dado para ponernos una película y estar calentitos/as mientras lo hacemos. Son más reducidas, pero más prácticas y consumen menos. Dependiendo de lo que estemos buscando, podemos encontrar una manta que ocupe más o menos.
Contenido
Las mantas eléctricas para el sofá son el aliado perfecto para aquellas personas que no quieren pasar frío nunca más. En comparación con otros sistemas de climatización, su consumo es bastante moderado.
El calorcito nos ayudar a relajarnos, por lo que puede ser una buena opción para combatir las lesiones que podamos llegar a presentar, tanto como si somos deportistas profesionales, como si no.
Si quieres comprar una manta eléctrica sofá, debes saber que en el mercado se nos presentan toda una serie de opciones, disponibles de la mano de muchas marcas, por lo que tomar la decisión no es nada fácil. Es por ello, por lo que hemos preparado una completa guía que te va a venir estupendamente.
La potencia es un factor clave tanto en una manta eléctrica sofá, como en prácticamente cualquier tipo de aparato. En este caso determinará la temperatura máxima a la que es capaz de llegar, así como el tiempo que tardará en lograrlo. A mayor potencia, por lo general, menos tiempo tardará en calentarse el aparato… pero también aumentará el consumo, por lo que no nos podemos lanzar a modelos excesivamente potentes.
Si queremos saber la potencia del aparato, tan solo habrá que echar un vistazo a su ficha técnica, en concreto al dato que se mide como vatios (W).
Característica opcional, pero altamente recomendada.
El hecho de contar con tan solo una temperatura (es decir, que tan solo tendremos que enchufar el aparato y este funcionará sin más), no suele ser una buena idea, más que nada porque tendremos la misma temperatura para un día frío, que para otro que no lo es.
Los modelos de manta eléctrica sofá, al no ser demasiado grandes, contarán con un único regulador de temperatura. Ahora bien, los modelos que se utilizan en una cama de matrimonio suelen tener dos reguladores de temperatura, cada uno de ellos colocados en ambos extremos.
Ya no tenemos motivos para desconfiar de una manta eléctrica, y de todo lo que nos pueden ofrecer. En estos tiempos se fabrican con materiales de gran calidad, así cómo con diferentes sensores que nos ayudarán a estar seguros en todo momento.
Por ejemplo, algunos modelos tienen un sensor de calentamiento, es decir que, en el momento en el que la temperatura aumente demasiado, la manta se desconectará, evitando una quemadura o problemas más graves.
También tienen sensor de tiempo; si están mucho tiempo encendidas, se apagarán, lo que hará que nos podamos dormir con ellas sin problema.
Te garantizamos que en el momento en el que empieces a usar la manta eléctrica sofá te preguntarás porque no la has descubierto antes. Debido al uso que le vas a dar, no te deberías de decantar por cualquier cosa, si no más bien por un aparato que vaya a aguantar el paso del tiempo.
Podemos encontrar modelos a partir de los 30-40€; aunque encuentres una oferta muy reducida, asegúrate de que cumple con la calidad que buscas para evitar problemas.