La modernidad y la sofisticación ha llegado al mundo de la ropa interior; y es que ahora no solamente nos encontramos con un tipo de ropa interior que ha sido diseñada para que nos sintamos mucho más femeninas, si no que existen algunos modelos especiales para ayudarnos a contornear nuestra figura.
Un buen ejemplo son las fajas tanga.
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Cumplen con el mismo papel que una faja tradicional; es decir, ofrecer un cierto nivel de compresión para mantener la grasa a raya, ayudándola a distribuir a lo largo de todo el cuerpo (aunque si queremos reducirla, será crucial que hagamos deporte, además de seguir una dieta que sea equilibrada). También, gracias a esa presión que nos ofrecen, suponen una muy buena idea para poder tratar ciertas lesiones, evitando que estas se puedan agravar. Pero la principal diferencia es que tienen mucha menos tela. Es decir, que siguen siendo fajas, pero con la particularidad de no que no sacrificaremos nuestra feminidad para lograr un aspecto de lo más destacado.
Si te han hablado bien de este tipo de ropa interior, pero nunca has tenido un faja tanga, es posible que te sientas un poco perdida y no sepas muy bien en lo que te tienes que basar a la hora de comprarlas.
Es por ello, por lo que te hemos preparado un completo listado con algunos de los criterios que deberías de sopesar antes de hacer la compra. Te recomendamos que sigas leyendo para poder encontrarlos.
Al igual que cuanto compras cualquier tipo de ropa interior, el material con el que se han fabricado es algo crucial que se debe de considerar. Por ejemplo, si se nos ocurriera comprar las fajas tanga en un mercadillo, o bien en una tienda del tipo low cost, aunque en un principio nos pareciera una buena inversión porque hemos pagado poco, seguramente no tardaríamos en darnos cuenta de nuestro error, ya que la resistencia al paso del tiempo sería mínima, o bien puede que fueran tan incómodas que nos lo pensaríamos dos veces antes de ponérnoslas.
La gran mayoría de los modelos que podemos encontrar en el mercado se fabrican con una combinación entre materiales tan populares como la poliamida o el elastano (en diferentes proporciones).
Por otra parte, deberías apostar por unas fajas tanga que tuvieran la particularidad de no tener costuras; y es que estas, aunque en un primer momento te puedan parecer una buena opción debido a que parece más resistentes, lo cierto es que se te pueden clavar en ciertas partes de tu cuerpo, haciendo que no sean nada cómodas. A la larga pueden provocar, incluso, hasta irritaciones o enrojecimientos, por lo que no se recomiendan para nada.
Cuando compramos ropa interior, podemos jugar más o menos con las tallas; en el caso de que hayamos comprado, por ejemplo, unas bragas que sean algo más pequeñas de nuestra talla, realmente no pasará nada, ya que son más o menos elásticas. Sin embargo, con unas fajas tanga si que podemos tener algún que otro problema: por ejemplo, si las escogemos más pequeñas, como ya de por si ofrecen una cierta presión, esta será todavía más elevada, por lo que podemos tener problemas de movilidad, incluso se nos podría llegar a cortar la circulación.
Si escogemos un modelo de fajas tanga que sea demasiado grande, no conseguirá hacer la presión necesaria, por lo que tampoco conseguiremos el efecto deseado.
Si tenemos algún tipo de duda sobre si el tanga faja que hemos comprado es o no una buena elección, te recomendamos que eches un vistazo a las opiniones que las clientas han dejado al respecto; es decir, clientas que ya las han comprado, las han usado, y que pueden darnos orientación sobre si resultan o no la mejor opción para nosotros.
Apuesta siempre por marcas de la más alta calidad que puedas encontrar a lo largo del mercado; te recomendamos que te centres elegir calidad, pero siempre unos precios que se ajusten al presupuesto que tienes en mente.