A nadie le gusta pasar frío… pero tampoco pagar las abultadas facturas que nos llegan mes a mes cuando conectamos más tiempo de lo normal la calefacción. Afortunadamente hay un punto intermedio, y son las mantas eléctricas.
No es que consuman poco, pero, si las usamos con moderación, podremos estar calentitos sin llevarnos las manos a la cabeza siempre que nos llega la factura de la luz a fin de mes.
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A simple vista puede parecer una manta tradicional; decidimos puede porque en el momento en el que veamos sus cables, nos daremos cuenta de que poco o nada tiene que ver.
Se conectan a la electricidad y empiezan a calentarse; si hemos escogido un modelo avanzado, por ejemplo, una manta eléctrica Beurer, nos encontraremos con que cuentan con un selector de temperatura, para poder regular el calor en base a lo que queramos en cada momento.
La potencia viene medida por vatios y representada por la W. podemos establecer que, a mayor potencia, antes se calentará el aparato, además de que puede abarcar una temperatura más elevada. Sin embargo, también consumirá mucho más.
Si no necesitamos que la manta caliente en exceso, apostar por una manta con una enorme potencia puede ser tirar el dinero.
Existen algunos modelos básicos que tan solo se tienen que conectar y ya empezarán a calentar; estos están diseñados para personas que no se quieren calentar mucho la cabeza… ahora bien, tendrán el problema de que nos tendremos que conformar con la temperatura que nos ofrecen.
Si es muy calurosa, para días que no haga tanto frío no nos va a servir… por el contrario, si no consigue mucha temperatura, los días de mucho frío tampoco nos funcionarán bien.
Con el selector de temperatura tendremos la facultad de elegir la temperatura exacta que buscamos, ni más ni menos.
Los modelos actuales, como una manta eléctrica Beurer, han sido diseñados con materiales de la más alta calidad, para incentivar la máxima resistencia posible al paso del tiempo.
Además, suelen contar con dos sistemas de seguridad básicos:
Sobrecalentamientos: La manta que vayamos a elegir debería de contar con un sistema que nos protegiera ante cualquier tipo de calentamiento excesivo, evitando que nos quememos.
Desconexión automática: Por otra parte, también debería de tener un sistema que detectase el tiempo que ha estado conectada; si es mucho, que se desconecte de forma automática.
Si apuestas por modelos de Beurer, veras como te ofrecen un calor muy confortable y al mismo tiempo te protege.
El avance de la tecnología ha logrado convertir las mantas en aparatos eléctricos, capaces de calentarnos mucho más y mantener la temperatura durante mucho más tiempo.
Algunos modelos tienen hasta velcros especiales, siendo una buena opción para poder colocarla en ciertos lugares y conseguir el calor en ellos (para tratar el dolor).
Aunque veamos tantos y tantos cables, lo cierto es que el aparato es muy sencillo de limpiar; lo único que tendremos que hacer es quitar la funda, lavarla y volver a colocarla, sin complicaciones.